En la actualidad, existen tatuajes que desaparecen al tiempo de trazarse; a éstos de les llama temporales. Sin embrago, hay otros que perduran durante toda la vida, salvo que se eliminen con métodos como el láser. El motivo por el cual éstos últimos persisten inalterables es debido a que la tinta se sitúa bajo la epidermis, en la capa de la dermis. Definimos la epidermis como la capa superficial de la piel que renueva sus células asiduamente. No obstante, el metabolismo de la dermis no supone esta forma de suplemento y, por tanto, la tinta no se elide.
El periódico canadiense The Vancouver Sun pronuncia “Determinadas encuestas indican que entre el 80 - 90% de las personas con tatuajes llega un momento en su vida quieren eliminarlos". Por otro lado, un dermatólogo señala que “el aumento en la cantidad de tatuajes se ha incrementado correspondiente en la intención de eliminarlos”. El tratamiento para eliminar tatuajes se suele considerar doloroso, caro y además agota mucho tiempo, aún utilizando la técnica del láser.
Como dato de interés plasmado en el periódico anteriormente nombrado, podemos destacar que “incluso borrar un tatuaje pequeño puede costar hasta 1.400 dólares”. Y además, añade: “Los más recientes, en los que utilizan variedad de colores, resultan prácticamente imposibles de eliminar, sobre todo si son grandes”.
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