Los tatuajes se elaboran a partir de una serie de complejos pinchazos, por lo que no hay que olvidar que el tatuaje es una herida y, por tanto, está expuesto a coger infecciones inclusive si se tomasen las cuidados necesarios.
Teniendo el criterio adecuado para exigir a los estudios de tatuaje y sus artistas las disposiciones higiénicas que garanticen sesiones libres de riesgos para la salud; ser meticulosos con la higiene y eludir prácticas de riesgo como:- ignorar el origen de las agujas, ya que deben estar esterilizadas y en bolsas individuales.
- ignorar que las tintas escaseen de rigurosos controles higiénicos. En varios países los únicos envases autorizados higiénicamente suelen ser monodosis (cantidad de un producto que se suministra al cliente en una única dosificación en una ampolla no reutilizable).
- exigir una testificación que refleje la capacitación del artista para el tatuaje.